El Balance de Sumas y Saldos nos muestra el saldo de todas las cuentas contables de una empresa, es decir, sus saldos acreedores y deudores de cada cuenta que lo conforman en un periodo de tiempo determinado.
Se utiliza habitualmente para corroborar si hemos cometido algún error en los saldos contables del libro diario.
Para su elaboración se necesita conocer los saldos de cada una de las cuentas, es decir, el debe menos el haber o viceversa.
En este Balance los saldos acreedores deberán coincidir con los saldos deudores, de manera que nos dé un resultado equilibrado.
Es aconsejable que cuando realizamos un cierre contable, sea mensual o anual, revisemos este Balance, ya que, los saldos de las cuentas nos ofrecerán mucha información sobre la evolución de la actividad de la empresa.
Los errores que podemos detectar en un Balance de Sumas y Saldos son:
- Asientos que no hayamos contabilizado
- Asientos duplicados
- Errores numéricos
Por ejemplo, imagina que has contabilizado dos veces un pago a un proveedor, pues bien, cuando emitas este balance observarás que la cuenta de proveedores tendrá un saldo negativo, y detectarás el error.
No debes confundirlo con el Balance de situación, ya que, éste, lo que hace a diferencia del Balance de Sumas y Saldos, es reflejar la situación patrimonial de una empresa en un momento determinado.