Por Sergio Pérez,

A la hora de constituir una sociedad una parte importante de los estatutos de una empresa será el artículo que recoge el objeto social, el cual, consiste en el conjunto de actividades que va a realizar la empresa.

Es un punto que debe quedar bien definido incluyendo tanto las actividades inmediatas como las futuras, ya que, sino podrías tener problemas a la hora de su inscripción en el Registro Mercantil.

A la hora de establecer este objeto social debemos hacerlo de forma muy amplia, ya que, sino en el futuro tendríamos que convocar una Junta para su aprobación y elevarlo a escrituras públicas.

Por tanto, debe aparecer de forma muy clara y precisa, detallando cualquier actividad que podamos realizar, tanto principal como accesoria.

Es obligatorio reflejar el CNAE principal en el objeto social, de ahí, que sea aconsejable usar la lectura de los epígrafes para adecuar tu actividad de la forma más completa.

A veces, pueden surgir problemas cuando queremos desarrollar actividades que son muy nuevas, y que no están muy especificadas en el listado de epígrafes, en este caso, debes intentar resumir de la mejor manera, así tu actividad podrá ser fácilmente identificada.